Comúnmente se suele pensar que un sitio web es algo que atraerá clientes hacia nuestro negocio de manera exponencial en un abrir y cerrar de ojos, pero ¿Cuánto hay de cierto en ello?
Primero hay que analizar la situación.
“Soy micro-empresario y tengo un rubro tradicional o no tradicional de negocio y lo publicitaré en internet a través de un sitio para ganar adeptos”
Esta es una idea que todos tenemos y que en el flujo ideal de condiciones sería un éxito, es decir; sin competidores, siendo único en el área y con un universo de usuarios ávidos a más no poder por mi idea de negocio.
Pero lamentablemente la situación no es así. Tenemos decenas o miles de competidores en el mismo rubro, nuestra área tiene cientos de ramificaciones y debemos captar la atención de usuarios que están acostumbrados a ser bombardeados constantemente de información comercial que por lo general no capta su atención. Pues bien, en este plano, que es en el que se encuentra todo emprendedor, es donde debe se pensar en un sitio como una extensión estratégica de mi negocio, incluso como un funcionario más. Pero ¿por que considerar al sitio de esa manera?
La respuesta es muy sencilla. Un sitio web es nuestro “relacionador público” por excelencia en internet. Es la primera cara visible de nuestra empresa y es usualmente, quien tiene el primer trato directo con nuestros clientes hasta que éstos se interesan por más información y se contactan directamente con nuestro personal. Nuestro sitio será nuestra tarjeta de presentación en muchos casos y será también el primer canal de consulta antes incluso que el envío de un correo electrónico (que para el usuario final denota una pregunta con más “compromiso”).
Por ello es muy importante recordar que nuestro sitio no es el frasco de frijoles mágicos o el sombrero mágico por donde aparecerán los clientes incesablemente por arte de magia, si no por el contrario. Un sitio web es una herramienta que debiera tener un monitoreo diario de visitas, interacción con nuestros clientes y constante publicación de información que pueda ser relevante para ellos teniendo directa o indirecta relación con nuestro negocio. Captar el interés por el área de nuestro negocio a través de Facebook y Twitter es el primer comienzo, puesto que los usuarios relacionarán con el tiempo de manera inconsciente el tema en cuestión con nuestra marca.
Las campañas que invitan a ver nuestro sitio donde se repite incansablemente el nombre de éste o de nuestra empresa, no tienen un impacto tan grande como el que capta un área de nuestro interés, que por añadidura se asociará a nuestro negocio.
Integrar el sitio de nuestra empresa como una extensión de nuestro equipo humano es fundamental. Sólo de esta manera entenderemos que necesita una atención diaria y constante, para dar pronta respuesta a nuestros clientes o generar el interés de ellos. Sólo de esa manera, y con ese flujo constante de interacción, lograremos posicionarnos bien en las búsquedas y haremos que nuestra naciente empresa y sitio se transformen en un referente futuro a seguir.