
Prescindir de las herramientas digitales: El Social Media puede ser algo tan económico como útil. La presencia en redes sociales facilita la consolidación de una marca, a pesar de que para ello sea menester el utilizar fuertes dosis de creatividad.
Ignorar las sugerencias y quejas de nuestros amigos o seguidores: Al cliente en esta era 3.0 le gusta tener la razón y si bien puede no siempre tenerla, es importante que siempre se sienta oído.
Ser anticuado: La novedad, el dinamismo, la brillantez, la sobriedad, la actualidad y demás derivados o sinónimos, deben ser rasgos característicos de su marca.
Indisciplina o dejo: Si usted no pone el suficiente empeño a la generación de marca, difícilmente logrará alguno de los objetivos que se proponga
Falta de planeación: Si bien en determinadas ocasiones el dejarse guiar por el instinto ofrece buenos resultados, la mayor parte de nuestras acciones debe ser planeada y medida con el ánimo de minimizar el riesgo y evitar el colapso.
Falta de amor: Si usted no ama su marca, serán mínimas las probabilidades de que alguien más lo haga.
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