
Pensar que todas las ideas son novedosas
Emprender no significa crear algo nuevo. A veces una buena idea viene de la mano de mejorar un producto existente y cambiar su imagen.
Suponer que el producto se venderá solo
Un producto bueno favorece las ventas, pero no las garantiza. El valor de tu empresa también se da por las alianzas estratégicas y la “cadena de valor”. Todos los productos, por geniales que sean, necesitan de una estrategia y un esfuerzo de ventas considerable.
Pretender que el proyecto es original y único
El emprendedor debe pensar que si a él se le ocurrió determinada idea, ¿por qué no le va a pasar lo mismo a otro? Si es capaz de prestar atención a este punto, no se sorprenderá si encuentra que existen competidores y se enfocará en la mejora continua de su emprendimiento.
Confiar en una mínima innovación
Necesitas un producto consistente. Es bueno hacer cambios en algo que ya existe, pero no es lo único si quieres triunfar en un mercado tan competitivo.
Subestimar un equipo
Nadie puede llevar por sí solo un proyecto. Está probado que el trabajo en equipo es una de las piezas fundamentales del éxito. Un equipo que funcione como tal es un componente clave para lograr mejores resultados.
Confundir proyección con realidad
Los números que proyectan sólo son una aproximación al panorama real. Hay que identificar cuáles son los factores que pueden influir tanto en la estimación de ingresos como de gastos. Los números desprovistos de una estrategia son sólo un ejercicio intelectual.
Creer que es fácil convencer a los inversores
No pienses que por tener una buena idea convencerás fácilmente a los inversores. Presta atención al plan de negocios y forma un equipo de trabajo de alta calidad.
Hacer una lectura equivocada de los números.
A veces facturamos más; sin embargo, vemos menos dinero. ¿Por qué? Porque no se organiza de buena forma la contabilidad y las finanzas de la empresa.
Pensar que sabemos todo
Una empresa requiere de distintas habilidades, en diferentes planos. Para eso existe un profesional para cada área.
El ego interfiere en el liderazgo
A medida que la empresa crece, se necesitan nuevos tipos de liderazgos. Debes aceptarlos y ponerlos en práctica.